domingo, 24 de junio de 2012

ESTO IBA A SER MINIMALISMO TOTAL

La primera idea de decoración para esta casa era: muy pocas cosas, únicamente las imprescindibles; sin armarios ni cajones; baldas abiertas y todo a la vista... o sea: minimalismo a tope. En cada habitación una cama, una lámpara y un perchero. Punto final. No hace falta más.

Pero entonces resultó que me correspondieron de casa de mi madre unos cuantos muebles, enseres, objetos, adornos, menaje, vajillas, etc. Que tampoco es cosa de tirar nada, con la que está cayendo, y que son cosas nuestras DTV (De Toda la Vida) que da pena tirar. Y algo ahorramos en compra de muebles.

Entre otras cosas, tengo el sofá enorme y de cuero-cuero que tiene más de treinta años pero que no tiene ni un rasguño y el que se podría denominar "el baúl de la Piquer", que tiene un tamaño fantástico para almacenar cualquier cosa. Le cabe TODO.
Luego tengo toda una serie de muebles y mueblecitos; sillas, butacas, armario, trastos, mesitas y la mesa de mármol del balcón... 

¡TODO P'AL PUEBLO!
Preparamos un montón con todas las cosas, etiquetadas como: "MC-CASA PUEBLO" y contraté a un transportista para llevar todo a la casa de Miranda. Aún la obra estaba a medias, y allí se quedó todo a sufrir las inclemencias de una obra descontrolada. 

Así dejamos la mesa del balcón y el sofá el día en que llegaron a Miranda. Abandonados totalmente a su suerte...


Y todo lo demás se quedó, como digo, amontonado y de mala manera. Y según la obra avanzaba por aquí o por allí, los gremios iban moviendo las cosas de un lado a otro. Tapadas (más o menos) con unos plásticos, pero llenándose de polvo que luego nos costó días y días de limpieza.

Y ya se ve claramente que la idea del minimalismo se va difuminando en el aire, para dejar paso a un estilo ecléctico.

sábado, 16 de junio de 2012

ILUMINACIÓN ( I )

No hay cosa más deprimente que una bombilla de 60 w. colgando del techo.  Pues bien, eso es lo que tenemos en toda la casa. El electricista deja una en cada habitación para que no estemos a oscuras, y ahí te las apañes. Pero la luz es triste y pobre. Y la cosa es que algunas siguen colgadas, haciendo su función, pero decorando muy poco.  




Así que se impone solucionarlo cuanto antes, y a poder ser gastando poquito. O sea que entre saldos, Ikea, herencias, aprovechamientos y buenas ideas recogidas por aquí y por allá hay que conseguir una iluminación agradable en todas las estancias de la casa.
En la escalera y pasillo estos apliques "años setenta" dan un punto de color. Los compré en una liquidación por 10 eurillos cada uno,  con bombilla y todo.  Por más vueltas que le doy aún no he concluido si son bonitos o feos; lo que sí son es RAROS. Pero me gustan. Y como la decoración de esta casa va a ser de cada padre y cada madre, aquí cabe todo. Además, recordad que el pasamanos es rojo... 
En la Habitación Granero, al hilo del aire "provenzal" (je) que le dan las vigas, he colgado un bonito quinqué -creo que es antiguo- herencia de mi madre y que le va como anillo al dedo.











Tenía guardados (desde hace por lo menos cinco años) esos foquitos que van conectados a unos cables tensados. Estuve buscando un sitio por toda la casa para colocarlos porque estos sí que me gustan, y después de muchas pruebas, han acabado en el cuarto de las literas.


Y esas tulipas que cuelgan del techo, también estaban guardadas y olvidadas desde hace más de treinta años... Ahora han resucitado y quedan de lo más kitsch. Las lámparas de las mesillas son una herencia de mi cuñada. Eran metálicas, de color bronce viejo. Ahora, pintadas y con una pantalla de los chinos (es que se encuentra de todo en los chinos), han quedado muy aparentes.






Hasta ahora ya véis que poco gasto he hecho en iluminación. Algunas otras lámparas sí que he comprado, pero siempre dentro de buscar el bueno-bonito-barato... Y algún regalito también tengo.
Ya pondré todas esas en otro capítulo, que tengo que sacarles fotos.

viernes, 15 de junio de 2012

LAS "CAGADAS"

Siempre las hay. No encontraréis una obra en la que no haya un azulejo mal puesto, o una ventana que se abre al revés. Vamos..., lo normal.
Aquí hemos tenido algunas. Creo que la más gorda ha sido la puerta del baño del segundo piso.
El altillo de Naia va colocado a 1,90 m. para que por debajo se pueda circular tranquilamente. Salvo que seas jugador de baloncesto, pero de esos no andan muchos por aquí. Por eso la puerta del baño tenía que ser a medida. En lugar de la altura estandar: 2,03 m., había que hacerla de 1,90 m.o algo menos, y para proporcionarla, que fuera de 62 cm de ancha. Pues no:

                                                                                       
Ya le hicieron luego un apaño. Un medio apaño chapucita, pero solucionamos la cagada. Dese fuera se
ve una puerta "motxa", achaparrada... porque de ancho tiene más de 70 cm.
Desde dentro se ve normal cuando está cerrada. Pero cuando se abre, hay un frente de madera arriba que cierra la vista del altillo.







Otra. El suelo de la planta baja era de baldosa, pero al haber tirado un tabique que cerraba la antigua cocina, estaba todo roto, y no era cosa de cambiarlo. Así que la solución era superponer un parquet flotante que sale baratito y es muy aparente. Pero en la zona de la puerta de entrada no se podía, porque la puerta de la calle es metálica y esas no se pueden recortar. Un problema (recordemos: IM-PRE-VIS-TO).

Para solucionarlo, dijimos que dejaran la entrada con la baldosa (viene a ser 1 m2. aproximadamente), y a partir de la línea de la esquina poner el parquet.

Pero, al colocarlo, no se por qué motivo o elucubración mental, el corte quedó en "medio-mitad". Lo hemos podido solucionar quitando un par de lamas, aunque nos han quedado unos agujeritos en el suelo...

Ya sabéis: imprevistos y cagadas, no faltan nunca en una obra.

jueves, 14 de junio de 2012

SECCIÓN DE ALFOMBRAS Y MANUALIDADES



Este es un apartado que no es específico de la casa y su obra, pero que se relaciona con ella.
Tengo un amigo, Mikel, que es decorador. Y de los buenos. Tiene (o tenía) un estudio de decoración y contaba con un "showroom" espléndido, en una preciosa zona de San Sebastián, la calle Prim. Para los que no conozcan el sitio (ja, como si fuera a tener lectores ajenos), en esa calle se da la mayor concentración de edificios modernistas que hay en San Sebastián; tienen vistas al paseo junto al río, y es de lo más señorial.

Bueno, pues a lo que iba. Mi amigo decorador se jubila, y cierra el negocio. Un buen día me llama y me dice... "Tengo retales de telas muy baratitos, por si te interesan".
Y como estoy en la Operación Amueblar y Vestir Casapueblo, allá me fuí a ver lo que tenía. Cogí unos trozos de telas estupendas y preciosas, con la idea de hacer una colcha o edredón, y me regaló un montón de pequeños retales que combinaban muy bien. Y según llegué a casa  me puse como una máquina a coser trozos y trocitos para hacer un simil-patchwork que ahora luce estupendamente en casa...
Y se me ocurrió mandarle una foto para que viera el resultado.

Ahí fué cuando empezó todo... LA INVASIÓN DE LOS MUESTRARIOS DE TAPICERÍA.

Ya se sabe que en ese sector trabajan siempre con muestrarios para que los clientes elijan cómo va a ir su sofá, o las cortinas del dormitorio, o los asientos de las sillas. Pues bien, mi amigo tenía decenas (si no centenares) de muestrarios de todo tipo: gasas, muselinas, yutes, algodón, seda natural, terciopelos, lanas, chenillas, brocados, rasos, etc. etc... ¡madre mía, cuantas clases de textiles existen! ¡y cuantos colores! Lisos, estampados, irisados... Con flores, con lunares, con rayas... Estilo clásico, moderno, hippie, provenzal... Para tapizar, para hacer visillos, para cortinas de cocina, para habitaciones infantiles... La lista es interminable. Porque la cuestión es que me regaló un montón (literalmente, ¡un monton!) de muestrarios.
Y eso sí que es una oferta que no se puede rechazar. Llené diez carros de compra y me los fui trayendo a casa. ¡Una invasión en toda regla!

Y entonces viene la pregunta... ¿ahora qué hago con todo esto? Y va la respuesta... ¡alfombras! Me dió una especie de ataque creativo y estuve una semana que no hacía otra cosa que seleccionar muestras, combinar colores, adaptar tamaños...
Esta es la primera que hice, para que mi hermana/arquitecta la lleve a su "casapueblo".


Luego vinieron más... 





























Entonces como ya no tenía más sitio para poner alfombras... pues patchwork para hacer mantas, cortinas o colchas.





Y ahora tengo en el pueblo, además de tres o cuatro cajas enormes llenas de telas, una máquina de coser heredada de mi hermana y cada vez que vaya... ¡zas! allí quedará una pieza de pura artesanía para goce y admiración de las futuras generaciones.

miércoles, 13 de junio de 2012

LA COCINA EXTERIOR

Como la obra se fue demorando, y queríamos ir en abril/mayo a pasar el fin de semana con toda la familia, nos instalaron la cocina que había en la casa en el patio. Así teníamos unos mínimos: cocina, horno y fregadero. Todo de mucha precariedad, como se puede ver, que parecíamos los homeless de los parques.

Aparte, resultó que los días en que estuvimos hizo un tiempo malísimo; pero malo de verdad: frío, lluvia, etc.  y salir por la noche al patio, a cocinar cualquier cosa, y luego a fregar los platos... ¡era mortal! Helena adquirió un complejo de cenicienta que aún no se le ha quitado del todo.
:-)
Ahora ya hemos instalado todo, y nos están colocando una encimera a medida para rematar. Ahí se puede ver en fase de colocación una vez pintada la pared, lo que le da mucha luminosidad.


Las bombonas de butano son muy importantes, para que funcione el paellero. Ya lo hemos probado y da unos resultados magníficos.


La paella sale buenísima. Y las sardinas, como en el puerto donostiarra.

martes, 12 de junio de 2012

EL "LOFT" DE NAIA

Aún no tenemos la barandilla... pero todo llegará. Y ahora ya hay un "camino de acceso" para subir al altillo. Se trata de dos módulos de IKEA colocados en escalera, que permiten a los niños trepar ágilmente hasta arriba. Y a los mayores, haciendo un esfuerzo y a duras penas, pero que conste que yo he subido, ¡y varias veces! 

En el mes de abril estuvimos prácticamente toda la familia pasando un fin de semana, con la obra terminada de aquella manera, y un caos generalizado. Pero como ensayo general estuvo bien, y entre todos pudimos terminar de montar los muebles: literas, mesa, banco, sofá... etc.  

Ahí tenéis a Nuria y Raúl ¡haciendo Bricomanía a tope!

lunes, 11 de junio de 2012

TRANSFORMACIONES

En lo que ahora llamamos Habitación Siglo XX, había una lámpara colgando en el techo que no se si ya la he enseñado con anterioridad. Es esta que veis, bien doradita y rococó. Después de darle unas vueltas al asunto, pensé que se podría aprovechar para algo, así que se libró de la basura por los pelos.

Le quité los cables y portalámparas, así como todas las "volutas" que estaban atornilladas, para dejar la lámpara lo más sencilla posible.


Y ahora, una vez tuneada convenientemente en el taller de pintura ...
... luce estupenda en el patio, como soporte para unas velas que, de noche, quedan de lo más más glamuroso...(y aún falta poner una cadenita, porque ha quedado demasiado alta).  



El banco de madera es otra de las "reliquias" que había en la casa. Y es muy bonito. Estaba en el granero, como se puede ver, y en una de nuestras visitas a la obra les dije a los gremios que no se les ocurriera tirarlo, que me lo guardaran... se quedaron con cara de "esta mujer está loca... ¿para qué querrá esto?" pero al menos nos hicieron caso y se quedó aquí.


No ha necesitado más transformación que el añadido de un tablón como pata, porque estaba cojo, y unas manos de un producto protector para la madera. Es tan viejo, que la madera parece petrificada, y ni se empapa con el agua cuando llueve.  Le cayo encima una granizada de bastante consideración, y en cuanto se secó, otra vez quedó como "nuevo".

domingo, 10 de junio de 2012

LAS VISTAS (LOS ASOMES)

No voy a presumir de que esta casa tiene vistas panorámicas. Ni siquiera tiene ventanas panorámicas, que son todas más bien pequeñas.
Las habitaciones que dan al patio ven eso: el patio. Y desde las ventanas de la fachada principal se ve la calle; una calle de pueblo, rodeada de otras casas.
Pero desde el balcón tiene una pequeña vista encantadora (o al menos a mi me lo parece):


Pues bien, el otro día me subí (con no poco esfuerzo) al altillo de Naia, más que nada por curiosear, y levantando la claraboya saqué la cabeza al tejado... ¡UUUUH!


Estoy pensando si poner un periscopio desde abajo para poder contemplar esto sin dejarse los huesos en el intento... :-)

sábado, 9 de junio de 2012

MÁS DE ESCALERAS

La casa tiene planta baja, primer piso y segundo piso. Y hay dos tramos de escalera que van del bajo al primero, y del primero al segundo. Pero eso no significa que tengamos tres niveles de suelo, no. En la planta baja, tomando como referencia el nivel de la calle, para entrar al baño hay que subir un peldaño. Pasar de la sala a la cocina supone subir tres. Y de la cocina al patio... ¡otro pequeño escalón!
Al final del primer tramo de escalera, en el mini-descansillo, un peldaño a la derecha para entrar a la Habitación Menorca y otro a la izquierda para el pasillo hacia el baño.Pero para entrar al baño, ¡hay que  bajar uno!
Para la Habitación Balcony, también hay que bajar, pero para entrar a la Habitación Siglo XX, previamente tendremos que subir. Una ensalada de subidas y bajadas que, al principio, te vuelven loco y te procuran más de un traspié. Claro que al final te acostumbras, pero eso no quita para que haya que andar con mucho cuidado.
Una vez pasados todos esos "arribas y abajos", llegamos al segundo tramo de escalera que nos llevará al segundo piso:




Se mire por donde se mire, la escalera está torcida y desnivelada. Los escalones no son paralelos, ni del mismo tamaño (en altura ni en profundidad); son de colores "variados", y de materiales diversos. Vamos, un muestrario en toda regla.  Pero eso me gusta. Desde luego, no se puede negar que es original, y como todo en esta casa, tiene su encanto. Lo mismo que la ventanita que se abre a lo alto de la escalera, que también tiene gracia. No cierra bien y no tiene cristales, está hecha una pena... O sea, se cuela el aire y el frío, y no deja pasar la luz, pero me gusta, y ya la arreglaremos.

viernes, 8 de junio de 2012

SIGAMOS EL RELATO

Vamos allá. Había dejado el problema del agua en... "que se seque la pared y luego habrá que pintar". Y el canalón del patio en... "cuando se ponga el andamio para pintar, ya se hará".
Así que para que las cosas empezaran a marchar (y -sobre todo- acabaran), me fuí una semana allí "full time" y con el látigo en la mano para que los gremios no se me dispersaran.

Y bien, ya va todo avanzando. Aunque la humedad del interior seguía ahí, al menos en lo que toca al exterior, pusieron el andamio, pintaron el patio, y colocaron el canalón. Primera prueba: CONSEGUIDA!


La fachada también se ha terminado de pintar, y menuda diferencia que se nota... 
ha quedado estupenda.

Otra cosa a solucionar: la escalera no tiene pasamanos y es relativamente empinada. No estamos como para darnos un revolcón bajando por ella, así que pide un pasamanos. Pero como es tan estrechita, cualquier cosa que se coloque va a estorbar mucho al paso. Ahí vino mi arquitecta de cabecera a solucionar el problema, como siempre, indicando la fórmula magistral que había que aplicar para resolverlo.









Y ya que estaba yo allí para supervisar (imprescindible la supervisión en estos casos que se salen de lo normalito...) acometimos la colocación del pasamanos, tal como se puede comprobar en el testimonio gráfico. Se forma un lío de escombros (y otra vez a limpiar...) y polvo, que no veas. Pero como al final el resultado que se obtiene es tan bueno, se te olvida todo lo malo. Una vez terminado todo y pintada la barra en rojo, ¿a que ha quedado chula?... y original, y no estorba nada al paso de personas y personitas... está ¡estupenda!

Comentario al margen: en esta escalera, las baldosas forman damero (más o menos)... salvo que en un peldaño están colocadas al revés. Como todo en la casa, tiene su gracia el asunto: ¿sería que no les llegaba con las baldosas que tenían?... ¿se equivocó el albañil?... ¿le habría dado al rosado navarro, que está tan bueno? 
Chi lo sa...

En el próximo capítulo, hablaremos del otro tramo de escalera, que también tiene sus peculiaridades...