viernes, 15 de junio de 2012

LAS "CAGADAS"

Siempre las hay. No encontraréis una obra en la que no haya un azulejo mal puesto, o una ventana que se abre al revés. Vamos..., lo normal.
Aquí hemos tenido algunas. Creo que la más gorda ha sido la puerta del baño del segundo piso.
El altillo de Naia va colocado a 1,90 m. para que por debajo se pueda circular tranquilamente. Salvo que seas jugador de baloncesto, pero de esos no andan muchos por aquí. Por eso la puerta del baño tenía que ser a medida. En lugar de la altura estandar: 2,03 m., había que hacerla de 1,90 m.o algo menos, y para proporcionarla, que fuera de 62 cm de ancha. Pues no:

                                                                                       
Ya le hicieron luego un apaño. Un medio apaño chapucita, pero solucionamos la cagada. Dese fuera se
ve una puerta "motxa", achaparrada... porque de ancho tiene más de 70 cm.
Desde dentro se ve normal cuando está cerrada. Pero cuando se abre, hay un frente de madera arriba que cierra la vista del altillo.







Otra. El suelo de la planta baja era de baldosa, pero al haber tirado un tabique que cerraba la antigua cocina, estaba todo roto, y no era cosa de cambiarlo. Así que la solución era superponer un parquet flotante que sale baratito y es muy aparente. Pero en la zona de la puerta de entrada no se podía, porque la puerta de la calle es metálica y esas no se pueden recortar. Un problema (recordemos: IM-PRE-VIS-TO).

Para solucionarlo, dijimos que dejaran la entrada con la baldosa (viene a ser 1 m2. aproximadamente), y a partir de la línea de la esquina poner el parquet.

Pero, al colocarlo, no se por qué motivo o elucubración mental, el corte quedó en "medio-mitad". Lo hemos podido solucionar quitando un par de lamas, aunque nos han quedado unos agujeritos en el suelo...

Ya sabéis: imprevistos y cagadas, no faltan nunca en una obra.

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