Aprovechando que el 12 de octubre es fiesta, volvimos a organizar excursión para ver la casa. En esta ocasión conté con la experta arquitecta que tenía que dictaminar si la casa se iba a caer o no. O sea que de su opinión dependía que la operación se ultimase o se deshiciera.
Así que quedamos en Tafalla el día 11 por la tarde, mi arquitecta de cabecera que venía de Barcelona, mi nieta y yo. Nos quedamos a dormir allí y a la mañana siguiente tempranito, nos pusimos en marcha hacia Miranda de Arga.
Atravesando toda la planta baja, al fondo está el patio. No es tan pequeño, pero está lleno de tejadillos viejos, sucios y con uralitas roñosas que hay que eliminar por completo. Ocupan mucho sitio y quitan luz.
Los suelos de toda la casa son de lo más divertido, porque cada una tiene un suelo diferente, y en algunas habitaciones el suelo tiene varias baldosas diferentes.
El damero blanco y negro está muy bien. Otros son más feos. Y al final hasta le cogí cariño a ese muestrario de colorines y tal vez lo dejaremos así. Además, ya se sabe... ¡nadie es perfecto!
Y -cosa muy importante- en toda la casa no hay más que un cuarto de baño en la planta baja. Teniendo en cuenta que podemos llegar a coincidir (aunque no sea más que dos o tres veces al año) hasta trece personas, se me antoja totalmente insuficiente un único baño a repartir. Hay que pensar en cómo y dónde se pueden instalar otros dos baños. Esto va a acabar pareciendo el chalet de la Preysler. Aquel que tenía (dicen) trece cuartos de baño... aunque también decían que tenía cuarenta habitaciones, y ese no es nuestro caso.
Resumiendo. Mi hermana-arquitecta se curró la medición de toda la casa para hacer unos planos como es debido. Se miró y remiró todo de arriba abajo y con su ojo experto me dio permiso para hacerme con la casa. Así que nos marchamos de allí con la decisión tomada, y para hacer nuestra oferta definitiva por la casa, quedamos a la espera de tener los planos y contar con lo que es el intríngulis de la cuestión: ¡el presupuesto de la obra!
Esto lo veremos en el capítulo siguiente.