Así que después de terminar con la puerta de entrada que cambiamos a primeros de este año, volví mi mirada hacia la cocina y las humedades que salían por las paredes. Hasta ahora, todo era buscar motivos: casa antigua, que no se habita de continuo, tras una época de gran humedad... o sea ¡a aguantar las humedades!
Pero esto ya empezaba a ser peor de lo normalmente soportable, así que: consulta a mi arquitecta favorita, y ¡¡ya estamos en marcha con un nuevo proyecto!!
Después de tanto leer y mirar al respecto, casi he llegado a entender el problema. El agua sube por capilaridad desde el suelo a las paredes que están revocadas con mortero de cemento y a su vez, pintadas con pintura plástica. Resultado: la humedad que sube por la pared se encuentra con un "forro" impermeable que no permite que se seque nunca. Así que en cuanto hay un pequeño poro o fisura, empieza a salir por ahí la humedad. Esto así a grandes rasgos.
La otra pared se ha picado, y se le ha dado el revoco de cal como es debido, y la de detrás del frente de cocina se ha trasdosado con Pladur.
Así que esperamos que ¡POR FIN! hayamos conseguido solucionar este problemilla, y que ya no tengamos que aguantar la humedad y manchas en las paredes. Y daremos por buena la semana que hemos estado sin cocina, con toda la planta baja que parecía zona de guerra y recluidos en el piso de arriba, escapando del ruido, del polvo, de la incomodidad... y que a pesar de tener la sala precintada, el polvo se mete por todas partes. Ahora queda la segunda parte: LIMPIAR... y volver a poner todo en su sitio. Ya pondré el resultado final cuando termine con todo.
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