domingo, 1 de junio de 2014

CAMPOS





Está el campo en esta época precioso. Y es un gusto pasear ya que (¡novedad!) no llovía aunque aún quedaban algunos charcos, que era fácil sortear. Y no me digáis que no son preciosos esos caminos remachados de flores...

En esas estábamos, florecilla por aquí... pajarillo por allá... y nos hemos encontrado con la planta de tratamiento de aguas residuales de Miranda. Bueno, claro, de todo tiene que haber. 
Y más vale esto que dejar las aguas sin depurar, ¿no? Que supongo luego van a parar al río.







Seguimos con el paseo y... ¡guau guau!... ¡perro!, jaja menos mal que estaba encerrado en un cercado, que si no, a Fernando le da un pasmo, con lo poquísimo que le gustan. Pero nada, en cuanto nos hemos alejado un poco, callado como mudo.





Pero todos esos sobresaltos no han impedido que pudiera sacar unas fotos bien bonitas, hoy también: el árbol plagado de cerezas; las acequias llenas de agua (que para algo tiene que servir lo que ha llovido estos días); ese otro árbol que confieso no tener ni idea de qué es pero cuyo color llamaba la atención. Y un tronco viejo que está casi petrificado, y que tiene unas formas preciosas.


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