lunes, 9 de abril de 2012

QUITA HABITACIÓN, PON BAÑO.


Ya no me acuerdo por dónde iba la novela... pero
no importa; retomemos la movida de la obra.
En el primer piso hay una habitación muy grande. La habitación principal, se supone. Es la única que tiene balcón. Y la vista -sin ser espectacular- es muy mona... los tejados, las casas, una placita. Vamos, de lo más agradable, todo un lujo.

Entonces, como necesitamos un baño para este piso, reduciremos este cuarto para que nos salga un baño, si no grande, de tamaño suficiente.

La actual puerta de la habitación se convertirá en la puerta del futuro baño. Y abriremos otra puerta para este dormitorio en la habitación de paso. El suelo tiene una baldosa que, definitivamente, no es bonita. Bueno, más bien es fea de verdad, pero que no se va a cambiar porque hace su papel.
Si acaso, ya la taparemos con alfombras (¡ah, el negociado alfombras!... esa es otra historia, y vendrá más adelante), y cuando seamos ricos ya pondremos un parquet flotante que lo tape todo.



Aquí tenemos la primera fase de "cuarto de baño del piso primero".

Y aquí, algo verdaderamente espectacular, una de esas cosas curiosas y sin explicación de las casas viejas...
¡una viga, a trozos! 
Definitivamente, mejor no preguntar. Si está así y lleva tropecientos años, no se va a caer precisamente ahora. Vamos, que ni mentarlo.




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