lunes, 11 de agosto de 2014

¿CRUZADA O EXTERMINIO?


Aún no se si prefiero hacer el papel de Ricardo Corazón de León peleando contra el infiel (es decir, las hormigas y los pulgones)...












... o ser un Ghostbuster detectando y fumigando a los "fantasmas" (o sea, las hormigas y los pulgones, que a simple vista igual no se ven, pero haberlos, ¡haylos!).
Realmente la imagen de los que perseguían a los fantasmitas blancos no puede competir con la presencia imponente de un guerrero subido a un hermoso corcel... así que creo que me veo más en cruzada que en exterminio. Que no hay que perder el glamour en ninguna circunstancia.



Dejando aparte estas cuestiones puramente estéticas y de concepto, jeje... podéis ver los brotes tiernos de la hiedra, que son el objeto de deseo de los pulgones. Salen muy rápido; en un par de días ya tienen un centímetro, y al principio están limpios y preciosos.
Pero... en cuanto que las hormigas detectan que sale una nueva "víctima", ahí se van a colocar a sus esclavos a trabajar. Según lo que veo, los pulgones apenas se desplazan. Se quedan en su lugar de trabajo a producir y esperar a que lleguen nuevamente las hormigas a recoger la melaza.
El obrero perfecto, vaya. Y seguro que ni están sindicados ni tienen comité de empresa :-)
Sigo con las pulverizaciones de agua con jabón, y cortando las puntas que se ven más infectadas... y también (confieso) con la ayuda del fumigador que vino a hacer un tratamiento antihormigas. De estas ahora hay muchas menos, y espero que a menos hormigas, menos pulgones...

¡Menudo trajín! La cruzada es dura, pero yo seguiré hasta la victoria... jaja.

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