Pues eso; te vas a tu casa nueva (bueno, renovada, pero en principio está casi todo nuevo) a pasar unos días poniendo todo en orden. Desde luego, no hay casi nada completo; ni las camas definitivas, ni espejos en los baños, ni siquiera la cocina está colocada. Pero en principio los baños funcionan, y la cocina del patio, también. Hay agua caliente. Hay calefacción. Se puede pernoctar.
Pues no. Llegamos un martes por la tarde, y hay calefacción y agua caliente. Pero a las pocas horas, la caldera dice que nones. La encendemos y, al cabo de un ratito, se apaga. Por si acaso, la dejamos apagada, que cualquiera sabe lo que le pasa, y estas cosas las carga el diablo :-)
Hace un frío de mil demonios, porque además del frío climatológico, el frío de la obra (húmedo) deja la casa destemplada. Cualquiera diría que estamos en primavera.
Ahora bien, pasaremos frío y tendremos destemple. Pero, por la mañana, no falta el Nespresso, que eso sí que da glamour. Y si no, ahí tenéis al mismísimo George Clooney bien arropado con una mantita, dando cuenta de un precario desayuno.
Poco a poco los objetos van encontrando su lugar, y las cajas y embalajes van desapareciendo y se hace el orden y el espacio disponible. Entonces, cuando ya parece que hemos vuelto a una cierta normalidad y recuperamos el espacio... es cuando llega EL PEDIDO DE IKEA.
Otra vez la casa invadida, y vuelta a empezar: recoger, guardar, montar muebles, quitar cartones... ¡no se acaba nunca!
Sí, claro; claro que es de lata (no era el momento de hacer cocinitas...), pero es buenísimo.
La marca: D.Marco, y la fábrica está en el mismo Miranda. Así que... ¿para qué cocinar si te lo dan hecho?
JOPE, Fernando se va a quejar de maltrato en el desayuno...pobrecito que mal me lo tienes, muerto de frío y con ese mantel! Fernando, no te dejeees!
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