Hay demasiado que ver como para abarcarlo en un sólo día. Y es que si en Orisoain está la iglesia de San Martín de Tours, con una cripta increíble, en Iratxeta tienen un hórreo pre-románico y en Etxano una ermita singular. Además, está la ermita del Cristo de Cataláin y la de San Pedro, y... y... vaya, que hay que hacer varias salidas para abarcarlo todo.
De momento, sólo he podido visitar Orisoain, Iratxeta y Etxano. Lo demás, tendremos que hacer más excursiones.
Orisoain es un pueblo de no más de 60 habitantes censados, que tiene unas casas muy bien restauradas, arregladas, cuidadas y adornadas. La iglesia de San Martín de Tours es muy bonita, con un retablo (S.XVI) de gran belleza, con tablas y bajorrelieves policromados, además de las imágenes de San Martín y de la Virgen. Y lo más curioso, una cripta (muy pequeñita), de techo muy bajo, con una escalera de acceso muy estrecha... pero también muy especial.
Estuvo cegada y llena de escombro durante muchos años, hasta que por casualidad, al tener que arreglar el suelo de la iglesia, que era de madera, y levantarlo, descubrieron la entrada de la cripta y la pudieron recuperar. Y de eso no hace ni cincuenta años. Posiblemente por esa circunstancia está tan perfectamente conservada.
También en Orisoain hay un ecomuseo en el que han reunido aperos y maquinas de labranza antiguas y hasta una colmena en una caja de cristal donde se ve a las abejas que entran y salen, y trabajan como locas haciendo la miel.
Este es el hórreo de Iratxeta, muy bien restaurado y precioso, tanto el edificio como todo el entorno.
Lo ultimo que visitamos fue la iglesia de San Pedro de Etxano, con una portada espectacular y un interior austero y que cuenta con una sonoridad impresionante.
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