Pues bien, el día 12 de octubre ha sido el
Día de la Caza.
Que este año, por ser la edición número cincuenta y además coincidir con el "puente", se ha celebrado de manera muy amplia.
Por la mañana los cazadores desayunan (bien fuerte, claro), y se van al campo a cazar. Luego al regreso, se asan txistorras al sarmiento y todo el pueblo almuerza con un buen vinito rosado de Navarra, que está delicioso. A fin de cuentas, las fiestas son para disfrutar de estas cosas... ¡y nos pusimos tibios!
Aparte de la degustación para el público en general, preparaban las cazuelas con la comida para los cazadores (¡¡¡sólo hombres!!!), que era un calderete que tenía que estar de rechupete. Al menos el aroma era de los que alimentan. Y aunque no se aprecia bien, esas cazuelas tienen casi un metro de diámetro. ¡Seguro que no se quedó nadie con hambre!
Y así, entre picar y beber, vaquillas y toro de fuego, partido de fútbol y mercadillo de ferias, hemos pasado estos días en Miranda.
Ya estás preparando el calendario con todas las fiestas para que el año ue viene no me pierda ninguna!
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